sábado, julio 10

#9 Sonrisa Única

Sea cual sea la sonrisa siempre es bueno recibirla. Por ejemplo, imagina que éste señor te sonría en la calle con infinita cordialidad y alegría:

¿Cómo no devolverle la sonrisa con la misma amabilidad y disposición? ... O ¿cómo no reírte?... Tal vez sea más fácil decir que de seguro te sorprenderías y no pudieras siquiera sonreírle... impacta un poco, ¿no?

Pues para que no te pase como le pasaría al chico de la foto lo mejor es que comiences a cuidar tus dientes y boca para tener una hermosa sonrisa que dar. Y en pro de evitar una sonrisa tan... captadora de atención como la de la foto busqué cómo podrías cuidar tu sonrisa. Ojalá que el de la foto hubiera leído algo como tuimagenpersonal.com antes, de ahí saqué toda la información de éste post.


1. Cepíllate frecuentemente y con cuidado.

Puede ser que se vea bastante obvio al principio y, también, puede suceder que ya te lo hayan dicho alrededor de unas 127 veces en toda tu vida, pero lo repetiré: el cepillado frecuente es la forma más común de mantener una sonrisa saludable. Cepíllate en la mañana y en la noche, si es posible en el mediodía también. Además, sólo cepillarse por salir del paso no funciona (no, no todo es tan fácil como sonreír) también tienes que cepillarte con mucho cuidado y de una manera adecuada. ¿Cómo cepillarse de manera adecuada? Pues recordando que: en los dientes del frente el cepillado es de arriba hacia abajo y viceversa, nunca a los lados; a los molares (los dientes que están atrás) cepíllalos con movimientos circulares; debes de cepillar tu lengua aunque no sea un diente; dura 2 ó 3 minutos cepillándote.

2. Enjuaga tu boca.

No, no tienes que lavarte con jabón si has dicho malaspalabras como te dijo tu abuelita. Me refiero a enjuagar tu boca con enjuague bucal para dejar tu aliento fresco. No sólo te dan un gran aliento, sino también que algunos enjuagues bucales endurecen tu esmalte (el de los dientes, no las uñas), llegan a esos lugares a los que el cepillo no llega y te protegen contra muchas bacterias. Si eres como yo y las lágrimas se te salen cuando duras unos segunditos con el enjuague bucal dentro de la boca, te daré un consejo... léelo bien: ponte los pantalones y enjuágate como una persona valiente, demuéstrale al enjuague quién puede más.

3. Usa hilo dental.

Para mí el hilo dental es de lo más molesto. El tener que pasarse algo tan chiquitito y delgadito entre los dientes... cada una de las hendiduras entre los dientes... una y otra vez... y otra vez... y en el otro... y pasarlo de nuevo porque no terminaste completamente con ese último... y el próximo. Y, al final, se siente muy bien. Usar el hilo dental puede ser molesto, pero los resultados lo valen. Hay lugares (más para aquellos con dientes muy juntos) al que ni el cepillo ni el enjuague pueden llegar, ahí entra el hilo dental para eliminar residuos de comida, pulir la superficie del diente y eliminar el mal aliento.

4. Cambia el cepillo de dientes cada 3 meses.

Cada cepillo de dientes que he tenido, al pasar un tiempo, se le crea algo como suciedad en el mango y cuando comienza a salirle eso a mi cepillo ni me gusta tocarlo... menos cepillarme con él. Todo eso son bacterias, el cepillo se guarda en el baño (¡no me digas!) y todas las bacterias que hay en el baño van a parar, adivina dónde: a tu cepillo de dientes. Sí, tu cepillo, ése que entras en tu boca cada día. Por eso lo mejor es que cambies tu cepillo dental cada 3 ó 4 meses, o cuando lo creas necesario. Además, sería agradable si lo mantuvieras guardado en algún pequeño estuche.

5. Visita a tu dentista cada 6 meses.

Hablando claramente, ni tú ni yo somos dentistas. Bueno, tal vez tú sí, pero yo definitivamente no, además, es poco probable que seas dentista. De cualquier forma, el punto es: a menos de que seas dentista tu opinión y conocimientos no son profesionales. Por eso lo mejor es que vayas cada cierto tiempo al dentista y que él o ella le haga seguimiento a tu salud dental. Puede ser que tú sientas tu boca completamente normal y que, en realidad, tengas pequeñas bacterias o infecciones que el dentista sí puede encontrar. Además, una limpieza dos veces al año no hace daño.


Así que, cuida tu sonrisa. Hazla única porque es la única que tienes. Si tienes alguna otra pregunta sobre tu salud dental, sólo clickea aquí para más información.
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