lunes, octubre 4

#16 Cómo Hacer Sonreír

Existen momentos en los que conocemos a una nueva persona y queremos hacerla sonreír. Ya no es un desconocido al que le das una sonrisa, pero tampoco es un conocido al que le has dado una sonrisa. Siempre que conozco a alguien nuevo hago lo posible para hacerlo sonreír, ¿por qué? Bueno, porque hacer a otros sonreír es parte de ser generosos y para que las personas que están a tu alrededor sean generosas contigo primero debes de ser generoso con los demás. Un acto de calidez humana se consigue en pocos rincones, si quieres ser diferente y ser tratado bien mejor empieza por poner a los demás primero que tú.

Te contaré de 10 formas de hacer a otros sonreír que encontré en el sitio web The Daily Mind. Son formas para hacer a otros, los conozcas o no, sonreír y hacer su día más brillante o cambiar alguna percepción pesimista que puedan tener con respecto a otras personas.




1. Sonríe primero.

Esta fue la primera y mi favorita, desde que la leí supe que debía de escribir esto. Ya nadie le sonríe a nadie. Como ya he mencionado en otro post, el miedo exagerado a las otras personas sólo porque existe la delincuencia es una de las causas por las que todo el mundo intenta evitar tener cualquier tipo de contacto con alguien que no conocen. Sin embargo, si sonríes a un desconocido es muy probable que éste olvide su miedo y te sonría. Sonreír a los demás, los conozcas o no, es la forma más fácil de hacer sonreír. 


2. Sé cortés.
A sinceridad, pienso que en nuestra sociedad la cortesía ha decaído en estos días. Un día esperaba mi turno en la carnicería del supermercado, había un señor cuando llegue y otras personas, ese señor no había cogido un número y yo sí, cuando se dio cuenta de que tenía que coger un número cogió uno mayor que el mío. Yo le di mi número por el suyo porque era lo correcto, él había llegado primero, y sorprendido me dijo que era una joven muy educada y me agradeció. Eso hizo de mi día uno más feliz y, espero, hizo de su percepción de las personas una percepción más positiva.


3. Bromea sobre ti mismo.

Esta es, de hecho, una de las formas más usadas por los comediantes para hacer reír al público. No sólo te hace más gracioso sino que también te hace ver más humilde. No quiere decir que entres en una conversación con alguien confesándole tus males. Eso sólo haría que el que te escuche se aleje lentamente de ti con alguna excusa barata. Hablo de algo como cuando te caes en una fiesta y dices una broma rápida como “Excelente entrada, me encanta ser la sensación de la noche” con una sonrisa. Recuerda no minimizarte, más bien bromea sobre cómo eres o lo que haces.

4. Escucha.

Si alguien te habla no te sientes o pares ahí sólo pareciendo estar escuchándole, escúchale en verdad. Las personas, al sentir que son escuchados, sienten que sus palabras les importan a alguien y, créeme, el sentirse importante es uno de los mejores sentimientos que hay. Además, escuchar a los demás no sólo te hace más querido, sino también que te hace más sabio puesto que escuchando más de lo que se habla  se aprende más. A mí me encanta escuchar a las personas, escuchar sus problemas y escuchar sus ideas porque cada persona que escuchas es un mundo nuevo.


5. Sorprende a alguien.

No tienes que aparecer de la nada y gritar “Aaaaaaaargh” a alguien para sorprenderlo. Puedes sorprender a alguien con un bonito gesto sólo porque sí, sin tener otra razón que hacer a alguien feliz. Alguno que otro día puedes llevarle a tu novia una flor de RD$15.00 sólo porque sí sin que sea Día de San Valentín. Puedes regalarle a tu amigo unos caramelos porque un Sábado o un Lunes o cualquier día de la semana sólo porque se te antojó hacerlo. Y, además, puedes sorprender a alguien que no conoces regalándole una sonrisa, sólo porque sí, sin ninguna razón más que hacerlo un poquito más feliz. 


6. Ayuda a otros.

Sólo tienes que ayudar, un poco y de vez en cuando, a otros con sus trabajos o quehaceres del hogar para alegrar el día de alguien. No digo que le digas a tu compañero de trabajo que te encargarás de su trabajo, pero sí te recomiendo que si lo ves apurado porque no ha podido terminar algo y tú tienes tiempo extra, le ayudes. También puedes ayudar en el hogar, puedes alegrar a un familiar ofreciéndote a sacar la basura porque lo ves haciendo muchos quehaceres. Por supuesto, todo tiene sus límites, recuerda que no debes dejar que se aprovechen de ti.


7. Sé humilde.

No a muchos les gusta una persona prepotente y arrogante, puesto que te sientes rebajado. Si te comportas de forma humilde podrás darle un sentimiento de respeto, calidez y comodidad a la persona con la que interactúas  y esos sentimientos puede quedárseles todo el día. Ciertamente te recordarán como la persona que le dio un giro positivo a su día dado que no es muy usual encontrarse con personas con verdadera humildad. Por cierto, cuando cultivas tu humildad tú mismo creces mejor como persona.


8. Haz contacto visual.

A mí se me hace difícil en ocasiones, pero siempre intento hacerlo cuando hablo con alguien. Al mirar a los ojos le haces entender a esa persona que eres de confianza y que lo que te dice te interesa. Para algunos es difícil, no es un hábito fácil de adquirir. Es especialmente positivo en los negocios que cuando un cliente te hable lo mires a él y no a tu computador o a los papeles que tienes en tu escritorio, éste gesto de “te escucho, me importas” puede dejar a un cliente con una enorme sonrisa y un sentimiento de que cumpliste tu trabajo aunque no le hayas resuelto su problema con el cable o la luz.


9. Ofrece un cumplido.

Sí, de acuerdo, es obvio que esto podrá hacer sonreír a alguien, pero a veces puede tornarse en tu contra.  Un cumplido totalmente sincero y espontáneo puede ser la chispa que encienda el día de alguien. Recuerda que no siempre puedes hacerlo, hay momentos para cumplidos y hay momentos para quedarse callado, así como también hay formas para dar cumplidos sin parecer extraño. Nunca rebases la línea entre amistoso y extraño, se puede poner feo.


10. Pregúntale su nombre a la gente.

Personalmente, es algo que hago con bastante frecuencia. No importa si verás a esa persona de nuevo en tu vida, pregúntale su nombre. A las personas les gusta saber que otros se preocupan lo suficiente por ella como para recordar su nombre, el simple hecho de que les preguntes su nombre les hace su día más colorido y feliz. No tienes que aprenderte el nombre de todas las personas a las que veas o con las que hables, sólo hace falta hacer ese detalle, mostrar interés por el nombre de alguien, para alegrarle un día más. 


Espero que alegres el día de muchas personas con estos 10 tips. Y te dejo con esta frase de Mahoma (el de la montaña): "El que hace reír a sus compañeros merece el paraíso."
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