martes, junio 22

Inspiración Personal y Abrazos Gratis

El día del lanzamiento del blog y de la página de fans Oliver Ortega decidió proponer medio-en-broma que hiciéramos un Día de Abrazos Gratis. Hoy, un poco más de un mes después y con 586 fans en Facebook, me encontré con el video de los abrazos gratis. Debo de decir que fue bastante inspirador. Sí... es gracioso pensar que los abrazos pueden llegar a ser inspiradores en la sociedad en la que vivimos, son sólo abrazos, ¿no?

En nuestra sociedad un abrazo a un desconocido es algo muy poco común. Y qué rayos, hasta yo me impresionaría si hubiese alguien en el Conde levantando un cartel que diga "Abrazos Gratis" y "Free Hugs", porque es algo bastante inusual. Creo que luego de ver el video podría acercarme a alguien en una situación similar y darle un abrazo. Pero tengo la certeza de que sin haber visto el video nunca hubiese abrazado a un desconocido en la calle con un cartel de esos. ¿Por qué?
"Las personas se odian porque se temen; se temen porque no se conocen; no se conocen porque no se saben comunicar; no se saben comunicar porque se hallan separadas." -Martin Luther King.
 Por temor. Parece completamente lógico, ¿no? No conozco a alguien y por eso le temo. En mi opinión, debería de ser lo contrario. Primero conozco a alguien y luego debo de temerle, si es que califica para ser temido. Pero nosotros, los humanos, le tememos a lo desconocido... porque no sabemos cómo es y confiamos sólo en nuestros conocimientos y experiencias para guiarnos a través de las situaciones. De lo desconocido no se tiene conocimiento ni experiencia... hasta que se conoce.

Pero... ¿Qué tiene que ver ésto con el sonreír?

Bastante. Ni yo ni la mayoría de la gente hubiese dado un abrazo a alguien que no conociera, ni que tuviese un cartel que ofreciera dinero. ¡¿Yo?! ¿Y tú sabes cuántos virus hay por ahí?... Yo ni sé de dónde vino ese tipo. ¿Y si es un "salta pa' 'trá"? muchos hubiesen dicho o pensado.

Y me pone a pensar que de seguro hay personas que piensan lo mismo hasta de una sonrisa. Darle una sonrisa a un desconocido no necesita de contacto físico ni de desviar tu ruta unos cuantos centímetros ni de pararte en medio de una vía pública ni de nada. Dar una sonrisa es más fácil que dar un abrazo. Es más fácil porque existe menos miedo a que ocurra algo malo.

Y, Martin tenía razón... la sigue teniendo, hasta en situaciones que no son de racismo. Últimamente las personas se vuelven más temerosas unas de otras y todo parte de que: están separadas. No por algo físico como una pared, más bien por algo abstracto como los paradigmas de la sociedad y, en ocasiones, el sentido común. Pero... ¿cómo podrían acercarse? Comunicándose. Una sonrisa comunica un débil, pero poderoso sentimiento. Con una sonrisa puede romperse la pared que separa a las personas, crear un lazo de comunicación no lo suficientemente fuerte para que se conozcan, pero sí lo suficientemente fuerte para que se teman menos.

En el mundo, en todos los rincones de la vida de cada uno de nosotros, existirán personas buenas, no muy buenas, no muy malas y malas. A la mayoría les temeremos, sin saber si son buenas o no. Es normal temer, pero no es lo mejor... que sea normal no significa que sea bueno. La corrupción es normal, pero no es buena ¿cierto? (Si eres político no respondas). Tal vez, sólo necesitamos un poco menos de temor, sólo un poco menos, para romper esa separación que hay entre nosotros y los demás.

En fin, volviendo a los abrazos, me inspiraron. ¿Por qué simples abrazos me inspiraron? Por eso, por su simplicidad y lo complejo que es obtenerlos. Me inspira saber que una (1) persona puede hacer que muchas otras les dé un abrazo en plena vía pública (algo que en nuestra sociedad es tan personal), que puede conseguir 10,000 firmas desconocidas sólo para que lo dejen dar abrazos donde quiera, que puede cambiar mentalidades y darle felicidad a personas que la necesitaban ese día. Esos abrazos dieron muchas sonrisas también, yo las vi.

Supongo que lo que más me inspira es ver que las personas están dispuestas a abrazar a un desconocido y romper esa separación entre ambos. No se conocen, pero se acercan. Me da esperanza ver ese video, porque pienso que si tantas personas estaban de acuerdo con dar un abrazo a un desconocido, tal vez muchas más estén de acuerdo con sonreír a un desconocido. Así como el chico tenía el cartel, sólo hay que hacerles saber que sí se puede sonreír a un desconocido y que es hasta más fácil que dar un abrazo.
Related Posts with Thumbnails