domingo, enero 23

#20 Patch Adams

No sé ustedes, pero yo vi la película Patch Adams alrededor de los 12 años y, desde entonces, ha sido mi película favorita de todos los tiempos.

La película Patch Adams se trata de la vida de un hombre, interpretado por Robin Williams [lo amo], que ingresa a un manicomio porque intentó suicidarse y que, cuando sale del manicomio por voluntad propia, lo hace porque se da cuenta de lo mal que tratan los doctores a sus pacientes. 

De ahí, Patch Adams, sale a convertirse en doctor. Sin embargo, en el camino a lograrlo, por su extraña forma de actuar y aún con sus impecables notas, los doctores que no concuerdan con que "los pacientes también necesitan un amigo, no sólo a un doctor" intentan por todos los medios evitar que se gradúe.

Si te preguntas cuál es esta extraña forma de actuar de Patch, pues es bastante simple: integrar la medicina y la risa. Cosa que a mí me encanta y, por eso, apoyo. Y es que, afrontémoslo, ¿por qué sólo conformarse con un doctor que no se sabe nuestro nombre en vez de tener a uno que siente empatía e intenta conocernos? 

Patch Adams, durante la película, hace todo tipo de cosas para llevar alegría a los pacientes. Va desde hacer de payaso con una vestimenta improvisada de instrumentos médicos hasta hacer una piscina de fideos para una ancianita. Pudo hasta alegrar los últimos días de un moribundo iracundo e imposible con sólo seguirle la corriente y hacer de "el ángel de la muerte" para él.

De hecho, todo suena muy ficticio, pero Hunter "Patch" Adams es un doctor real. Y esa es la historia de su vida. Tiene un instituto llamado "Gedsunheit! Institute" [hasta el nombre da risa] y, no sólo practica la medicina normal, sino que también practica su "terapia de risas" y tiene toda una filosofía en cuanto a la risa y sus efectos curativos.

La película es todo... es risas y lágrimas. De verdad te da una perspectiva nueva de ver las cosas. Te da ganas de hacer sentir bien a otros. Te hace querer hacer sonreír a los demás por el simple hecho de hacerlo, de hacer algo no para ti, sino para los demás, porque no todos se ocupan de dar un poco de felicidad a otros. Es una de las películas que me hizo ser lo que soy hoy y, de verdad, desearía que la vieras.

Claro... sólo para aclarar... todavía uso Ponstan y Tylenol, pero es sólo que los prefiero mucho más con una dosis de risas incluídas.
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