jueves, diciembre 2

#18 Que No Corten Tus Alas

¿Alguna vez has sentido que te cortan las alas? Recientemente me pasó algo parecido con un profesor de la universidad. Para ser honesta, al entrar en INTEC pensé que sería una universidad en la que se buscan soluciones a problemas, no en las que se quejan de los problemas ni se acomodan a ellos. A pesar de ello, para dejarlo claro, amo mi universidad y ella mejora cada día. 

Usualmente me da mucha risa ver cómo la gente se sienta a hacer nada más que quejarse de una situación que no les es placentera. Cada semana encuentro a una persona que hace lo mismo, o varias. Se sientan, piensan, hablan, lloran, ríen sarcásticamente, se burlan de la situación... todo menos accionar. Es decir, es graciosísimo porque hacen todo menos lo que resolverá sus problemas. Y así somos, sobre todo, los dominicanos.

Éste profesor que tengo es un corta alas. Me hace feliz saber que las mías no puede cortarlas. Durante su clase surgió el tema de que nadie se atrevería a demandar a Corripio. Me reí por dentro. Me hace reír tanto la falta de fe de las personas, no fe religiosa sino fe en sí mismas. Fe en que cada uno puede lograr un cambio, siendo el cambio.

- “¿Quién se atreve a demandar a Corripio? ¡Nadie!” - Dice el profesor.

- “Pero la ley es la ley, profesor. No es imposible.” Iba a seguir hablando, pero me interrumpió un compañero.

- “Hahaha, de poder se puede. Todo es posible.” - Dice mi compañero.

- “Una de las familias que quitan y ponen presidentes... nadie puede demandarlos.

¿Nadie puede demandarlos? Me parece que yo lo haría. Lo peor que hacemos los dominicanos es crear intocables. Nadie es intocable.

Durante el resto de la clase sólo estuve pensando en Albert Einstein a quien sacaron de la escuela por tonto, Galileo Galilei a quien condenó la Iglesia por pensar que el Sol es el centro de nuestro Universo, Martin Luther King quien movió a toda una masa de personas en contra del racismo, hasta pensé en el mismo Adolf Hitler y Rafael Leónidas Trujillo que, aunque para fines negativos, cambiaron la mentalidad de millones de personas.

¿Será que Einstein, Galileo y Martin eran sólo... puros locos? Podría suponer que pensaron que el sistema no podría combatirse, pero lo dudo. No dudo que alguna vez hayan titubeado sobre sus propias habilidades u objetivos, pero no desistieron. De seguro encontraron personas que intentaron cortar sus alas, pero ellos sabían, tal vez, que el sistema en que se hacen las cosas no tiene por qué ser así siempre y, muchos menos, correcto.

El sistema es cambiable, lo ha sido siempre porque todo lo es. Me encanta esta frase: Lo único constante en el mundo es el cambio (Heráclito, creo). Estamos en constante cambio, así que ¿por qué no buscamos cambiar para bien y no para mal? ¿Crees tú que esto no tiene vuelta a atrás? Piénsalo. Una persona puede cambiar la forma en que ven su genio, el modo en que las personas se ven entre sí o la forma en que vemos el Universo. Sólo se necesita una persona para poder cambiarlo todo. Esa persona puedes ser tú, ahora.

Nosotros mismos debemos ser el cambio que deseamos ver en el mundo.
Las cosas no cambian cambiamos nosotros.
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