jueves, junio 3

#5 La Mano Invisible de Adam Smith

"Adam Smith, uno de los padres de la economía moderna, creía que si la sociedad estaba establecida de manera correcta, la gente que busca la felicidad individual también les daría la felicidad a otras personas. Como lo indicó estupendamente en Investigaciones sobre la naturaleza y causa de la riqueza de las naciones, publicado en 1776, “No es por la benevolencia del carnicero, del cervecero y del panadero que podemos contar con nuestra cena, sino por su propio interés”."

Éste es un extracto del libro “Economía para Dummies” escrito por Sean Masaki Flynn. Me lo regaló una tía por mi cumpleaños (yo lo pedí) hace 2 años y no he terminado de leerlo, estudio economía, tengo suficiente de ella por ahora.

Pero... siguiendo con el tema. Cuando leí eso hace unos días, pensé inmediatamente en éste blog y en cómo se vincula con sonreír. Ya antes había hablado sobre hacer feliz y ser feliz, así que ya había hablado sobre encontrar la felicidad dándosela a otros. Pero lo que no mencioné fue que ésto es un tanto egoísta. Y ser así de egoísta no es malo, de hecho, es bueno.

Imagina pues, que nadie le sonría a nadie... ni siquiera los conocidos. Sonreímos porque queremos algo a cambio, nadie hace nada por el simple hecho de hacerlo. Oh, ya los escucho diciendo o pensando:

“¡Ay, sí! ¡Porque si yo dono algo a una beneficencia lo hago porque quiero, no porque me de algo a cambio!”
“Yo le doy comida a mis hijos y lo hago porque los amo y ya”
“Yo sonrío a desconocidos porque quiero hacerlos felices :)”
y por supuesto, “Hay cosas que salen del corazón sin ninguna razón, estás equivocada, ¡Ra!”

... a lo que yo respondo: Todo eso te da algo a cambio, o a caso...

¿No sientes felicidad cuando le das comida a tus hijos?
¿No sientes una realización personal o el sentimiento de haber hecho una buena acción al donar algo a los que lo necesita?
¿No sonríes esperando a que te devuelvan la sonrisa o esperando ver la cara del otro en respuesta a tu sonrisa, esperando un poco de diversión?

De hecho, debo de admitir que si dijiste lo último del corazón y lo de yo equivocada... me alegro de que existas y te sientas así (sin sarcasmo alguno), pero no. Hacemos las cosas porque queremos, pero las hacemos porque queremos recibir algo a cambio. Ojo: no digo que seas de lo más egoísta del mundo, ni que estés cerca de serlo, es sólo una ley natural de todo ser viviente, animal o humano.

Recuerda a Newton: Toda acción tiene una reacción. Y esa reacción, según nuestra naturaleza, es lo que esperamos. A menos de que la acción haya sido no estudiar para un examen y la reacción haber fallado el examen, pero tú entiendes mi punto.

Con esto no deseo dejarte en la cabeza que eres un ser egoísta o hedonista, nunca quisiera dejarte dicho eso. Quiero decir que hacemos las cosas porque nos atribuyen algo de vuelta y eso nos da cierta gratificación oculta. Así que, si sonríes ¿qué gratificación obtienes tú?

Por ejemplo, yo sé que sonreír a otros me da una gratificación personal, un sentimiento de deber cumplido porque deseo convertir al mundo en un lugar mejor, aún con pequeñas cosas. De tal manera que, deseo realizar la acción de sonreír para obtener esa reacción positiva de mi parte.

Y... finalmente... ¿a dónde quiero llegar con todo esto? Bueno, pienso que si sabes cuál es tu propio tipo de gratificación personal al sonreír, el hacerlo se te hará más fácil, porque sabrás lo que buscas al hacerlo, así como yo. Así que, para finalizar, te invito a que encuentres esa gratificación personal que obtienes al sonreír. Si necesitas ayuda, puedes leer el top 5 para sonreír que escribí.
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