sábado, julio 24

#11 ¡Mira, un Viejito!

Hay cosas que se hacen del corazón. Para mí esas son las cosas que arreglan al mundo. Las acciones que vienen desde el corazón tienen un interés, pero es un interés puro no un interés que sale de la maldad. Pienso yo que si todos hiciéramos lo que nos viene en gana sólo porque es lo que nos sale del corazón éste mundo estaría... insoportable (claro que lo estaría: no quiero que a 23 personas les salga del corazón pedirme $1,000 en la calle porque luego de la 5ta que lo haga a mí me saldría del corazón gritarles que se vayan a otra parte... sonriendo claro está). Por eso no me gusta mezclar “hacer lo que te sale del corazón” con “hacer lo que te da la gana”... sí, creo que son lo mismo, pero uno suena más bonito que otro, ¿de acuerdo?

Hoy estaba sentada en el carro esperando a que mi madre saliera de un edificio. Bien... estaba casi durmiéndome en el carro (es que tenía un cansancio increíble, se me ocurrió comenzar a trabajar por las vacaciones... qué genio soy) y veo pasar a un señor. Un señor medio viejito con un palo en la mano como que llama la atención... porque ¿qué hace con el palo ese? Es raro ver a alguien caminando con un palito finito por ahí... un niño lo entiendo, ellos inventan muchísimo, pero ¿un viejito? Bueno, pero sí... él iba por ahí con su palito finito de madera. Y veo que se detiene al lado del zafacón, el zafacón me tapa la vista, pero veo que como que le está dando al zafacón con el palito finito de madera. Y ahí me quedé yo como ¿por qué un viejito con un palo finito de madera le está dando a un zafacón? Dio como 4 golpes, como intentando puyar el piso o el zafacón. Me tenía bastante interesada ya. Y veo que se agacha. Pensé: “¡Oh, se agachó!”. Y cuando se levanta... puso un vasito rojo de plástico encima de toda la basura del zafacón. Y mientras se alejaba pensé “Wow, yo quiero ser como ese viejito”. No, no quiero andar por ahí con un palito finito de madera. Quiero hacer cosas como esa que él hizo. Me sorprendió, él se tomó todo su tiempo en recoger una basurita que estaba al lado del zafacón, la recogió con su mano obviando todos los gérmenes que de seguro tenía y tiró una basurita que no era de él en el zafacón... sólo porque sí. El señor me provocó como un sentimiento de que no importa qué tan mal se esté, siempre tenemos que pensar que somos los que podemos cambiar las cosas.

Somos quienes podemos cambiar las cosas. Somos quienes, ahora mismo, las cambiamos. Todos los dominicanos tenemos el poder, sólo nos falta la intención. No es que nacemos sin la intención, me gusta pensar que todos nacimos con ella porque sin un país mejor no nos sentimos del todo bien y el ser humano busca su propio bienestar. Recuerdo siempre que hacemos lo correcto porque eso nos beneficia a nosotros, no porque esté bien y eso es natural en los humanos. Creo fuertemente que todos nacemos con la intención de mejorar nuestro ambiente para mejorarnos a nosotros, el problema está en que la vida pasa tan rápido  que no nos damos cuenta de que nos sentimos así. No nos damos cuenta de que mejoramos nuestra vida mejorando la de otros. Como ese viejito: él mejoró su propio ambiente porque le molestaba la basurita fuera de lugar, pero también mejoró el ambiente de cualquier otro que pase por ahí y, no sólo eso, sino que también ayudó a la naturaleza a respirar. Te recomiendo esta historia que un seguidor del blog me recomendó.

Me hubiese encantado darle una sonrisa a ese viejito (no por su palito finito de madera que, por si no te has dado cuenta, me dio muchísima risa... tal vez es el cansancio) para demostrarle que me encantó lo que hizo, lástima que estaba de espaldas a mí y no pude.Tal vez una forma de agradecérselo sería imitarlo.

Yo quiero ser como ese viejito, tomarme el tiempo para ayudar y seguir mi camino, como si nada. ¿Y tú? ¿Quieres ser como el viejito? Puedes escribir un comentario respondiéndome... hazlo... lo espero... aquí estaré esperando a que lo escribas... recuerda que es descortés no responder a las preguntas que te hacen.
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